jueves, 10 de abril de 2008

'Aches' y reyes magos

'Aches' y reyes magos


Se acabaron las fiestas. Entre Papá Noel y los sabios de Oriente, sin desmerecer a ninguno, cabe destacar que con respecto al 2007, afortunadamente, ha aumentado en Elche el número de muñecos balconeros de Reyes Magos. No se si será a raíz de un artículo que escribí en el 2006 reivindicando una mayor presencia de muñecos de Sus Majestades en las fachadas ilicitanas pero ahí está el dato de algo tradicional tan nuestro y autóctono por antonomasia que en vez de perderse, se conserva e incluso va ‘in crescendo’.

Como ‘in crescendo’ y salvada de la extinción resulta en Elche la más que centenaria y pura tradición local únicamente autóctona de las ‘hachas’ ó ‘aches’ que se celebró -como cada año desde su recuperación hace unos diez- durante la noche y la madrugada del 5 de enero, fiesta de Roscón y víspera de Reyes Magos. Tras la Cabalgata, esas antorchas o teas de desperdicios de palmera seca que son las ‘hachas’ o ‘aches’, fueron quemadas por los niños en las puertas de sus casas, calles, plazas y caminos rurales, con el propósito de ‘alumbrar’ e ‘iluminar’ como simbólicas ‘Estrellas de Belén’ a los Reyes Magos la senda que habían de recorrer venidos de Oriente para no perderse y conseguir llegar a los hogares ilicitanos a dejar los regalos.

Miles de niños y padres quemaron en el casco urbano y en el campo ilicitano estas secas antorchas palmáceas de gran longitud ofreciendo un bello y emotivo espectáculo público junto a miembros de colectivos cívicos y vecinales, asociaciones culturales, comisiones de fiestas y gremios palmereros para mayor realce siendo las plazas del Rey D. JaimeI y del Raval los lugares más destacados.

Como cada año, su confección no resulta fácil. Se recogen los ‘sedaços’, fibra residual del tronco de la palmera ilicitana, y se enrollan en una rígida vara de palma seca o de madera, atándolos con cuerda de esparto, ofreciéndose tres tamaños según edades: niños, jóvenes y adultos. Su adquisición a hortelanos palmereros es realizada por abuelos y padres aunque los destinatarios son los niños y los jóvenes. Como ilicitanos, hemos de estar orgullosos de estas tradiciones únicamente nuestras y potenciarlas aún más porque son signos de identidad y símbolos culturales de evidente ILICITANISMO. Y el año que viene, a superar el listón de la actual participación.


Por Josep Esteve Rico Sogorb

No hay comentarios: