¿Para cuando la 'cláusula democrática entre Marruecos y España?
En la llamada 'cláusula democrática' que regula la Unión Europea, 'las partes se comprometen a respetar los principios democráticos y los derechos humanos fundamentales, tal como se enuncian en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual inspira las políticas internas e internacionales de las partes y constituye un elemento esencial del acuerdo entre ambas'.
Palabras técnicas de un lenguaje protocolario hacen de esta 'cláusula democrática' una herramienta poco conocida por el ciudadano de a pie. Igualmente sus efectos o consecuencias resultan desconocidas para el público caso de aplicarse.
Merced a una propuesta política y a la presentación de un recién creado partido, la 'cláusula democrática' ha cobrado protagonismo. Parecía dormida y latía aletargada e ignorada por muchos y ninguneada o desusada por otros, llámense ministros, presidente, eurodiputados y embajadores de nuestro demasiado moderado -diplomáticamente hablando- Gobierno de la Nación.
Javier Domínguez - portavoz ceutí del naciente partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD) junto a su líder nacional Rosa Díez- ha 'resucitado', despertado y rescatado la herramienta 'cláusula democrática'. La gestora 'caballa' de esta formación política ha propuesto al Gobierno de Zapatero la posibilidad de que aplique a Marruecos la citada 'cláusula democrática' que la Unión Europea le permite utilizar en ciertas situaciones de diplomacia y relaciones exteriores bilaterales entre ambos países.
Domínguez y Díez pusieron como ejemplo las situaciones de tensión y de presión provocadas por Marruecos mediante la retirada de embajador a consecuencia de la visita real a Ceuta y a Melilla y a través de las movilizaciones reevindicativas marroquinistas sobre estos municipios norteafricanos españoles que amenazan y suponen un peligro para la identidad, la integridad territorial y la ejemplar convivencia multi-étnica y pluri-religiosa de ambas ciudades autónomas. Dixit.
Y a ésto último, si se le aplica la 'cláusula democrática' de la UE, se comprueba que Marruecos NO cumple ninguno de los requisitos de tal herramienta: ni compromiso, ni respeto, ni principios democráticos -porque no existen allí- ni cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos –porque éstos brillan por su ausencia en el reino alauita- ni nada de nada que suene a plena y auténtica DEMOCRACIA.
Es más, nunca cumplirá Marruecos los requisitos de la 'clásula democrática'. Al menos, mientras no establezca una verdadera y total 'perestroika' o apertura cien por cien democrática, participativa y social. Nunca, mientras no renuncie su monarquía a ciertos privilegios politíco-religiosos obsoletos, caducos y medievales.
Y jamás, mientras su Estado no se abra al ciudadano y se actualice o modernice emprendiendo una transición al estilo de la española que bien podría ser su modelo de inspiración o ejemplo si el 'sobrino' Mohamed asi lo quisiera y contara de verdad con el 'tio' Juan Carlos. Utópicos estos anhelos y utópica la hipotética posible 'cláusula democrática' de la UE con Marruecos.
Como medidas de presión, vale, sirven. Pero dudo de su aplicación, tanto como el Gobierno ZP, que por ello no la aplica. La veo imposible e inalcanzable. Ojalá me equivoque y se haga realidad. Si así fuera, ocurriría como en el cuento del lobo. Yo, por ahora, desconfío y soy incrédulo al respecto. Por eso mi pregunta: ¿Para cuando la 'cláusula democrática entre Marruecos y España? Que es como decir: ¿Y quién le pone el cascabel al gato?
Por Josep Esteve Rico Sogorb
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