jueves, 3 de abril de 2008
Laos no está al laó
No creo que vaya a ganar un concurso poético con la rima folclórica del titular pero he tomado la firme decisión de no ir a Laos. Tras echarle una miradita al itinerario que había redactado, me di cuenta que aquello parecía más una carrera contrareloj que un viaje para descubrir nuevas rutas. Pensé que iba a acabar diciendo: “pipi en Vietnam, que en Laos no tenemos tiempo”.
Finalmente, he tomado la decisión de no ir a Laos cuando me enteré que para pasar de Laos a Vietnam, tenía que tomar un autobús que tarda once horas, y a continuación, otro que tarda 24 horas más y que sólo sale tres dias en semana. Es decir, que para cruzar de un país a otro, tardaría alrededor de tres días en autobús. Y uno es masoquista pero no carajote.
Al final ha terminado por imponerse la razón. Ya cometí ese error en el primer Interrail que realice puesto que sólo veía capitales europeas. Y esta vez no quiero que sea así. Quiero disfrutar de las grandes ciudades, hacer senderismo en parques naturales, pasar el atardecer en ruinas jemeres y visitar sitios donde ser turista no sea sinónimo de masificación. Por tanto, pasaremos alrededor de once días en Tailandia, donde visitaremos el famoso puente sobre el río Kwai, haremos una excursión en la jungla con elefante incluido e iremos a un templo que tiene tigres sueltos por el recinto. En teoría, el 14 de julio volaremos a Hanoi (digo en teoría por que he pillado un vuelo por 40 euros con una Low Cost asiática) y allí comenzamos nuestra aventura vietnamita. De este modo, podremos descansar tranquilamente en la bahía de Halong (la foto pertenece a esa bahía), alquilar una motocicleta para conocer a los pueblos de las montañas y pasar un par de noches en algún pueblo perdido del Delta del Mekong.
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