Muchos santos y demasiadas fiestas

Llevábamos pocos días de 2008. Tras la celebración de Reyes Magos, en plena 'cuesta de enero', surgió la primera fiesta del año: San Antón. Cuando apenas se habían apagado sus ecos y recuerdos -un 'Sant Antoni' exitoso pero masificado- ya nos vinieron otras festividades en una semana casi de diferencia. El mes acabó con sus últimos días festivos. Desde el 28 al 31 en institutos de secundaria, bachiller y formación profesional, se desarrollaron las fiestas y celebraciones en honor a Santo Tomás de Aquino, Maria Auxiliadora -conjuntamente con los actos por el 'Día Mundial de la Paz'-y San Juan Bosco; patrones de los estudiantes de BUP, ESO y FP, respectivamente.

Enero fue por tanto, un mes en que se estudió poco. El regreso a clase después del día de Reyes, con lo que ya se empezó una semana más tarde, y los viajes de marras organizados por muchos profesores -algunos por cierto, carísimos en un mes de 'apretura de cinturones'- hicieron el resto. Cuando ya parecía que la normalidad se encarrilaba, ¡zas! llegaron los festejos en honor a los santos patrones estudiantiles. Así que, de 'hincar los codos' en enero, casi nada, la mitad del mes: quince días entre unas cosas y otras. Y luego algunos se quejan...

Pero claro, no se les iba a prohibir a nuestros estudiantes que festejaran a sus patrones. No se trataba de suprimir estas sus celebraciones a las que como colectivo tienen derecho. Entre viajes, 'puentes' - o 'acueductos', según se tercie, jocosamente hablando- bajas por despresión o gripes y 'Semanas Blancas', vamos, que apenas dieron y dan golpe y encima como reza el santoral las onomásticas de sus patrones fueron esos días 28, 30, 31 que suelen caer en laborable o 'estudiable', pues a disfrutar y a la 'sopa boba'. Ya me gustaría que esas celebraciones se trasladaran a los fines de semana anterior y posterior para no perder clase, como pasa con los adultos cuando cae laborable San Antón, por ejemplo y así no se pierde un día de trabajo. Así está la cosa. ¡Si mi abuelo levantara la cabeza...!


Los últimos días festivos estudiantiles de enero, Santo Tomás de Aquino, María Auxiliadora y San Juan Bosco, fueron los preliminares que saludaron a febrero enlazando casi con otra fiesta socialmente importante como San Agatángelo, patrón de Elche, y que da inicio al segundo mes del año. En esta edición pintaron 'novedades' en los festejos en su honor: se recuperó la Ofrenda Floral tras unos años sin realizarse. Lo bueno es que los actos y fiestas de San Agatángelo se sucedieron en días no laborables, pues cogieron todo un fin de semana desde el 1 al 3 de febrero. ¡Cuantos santos y cuantas fiestas! No hubo más remedio que disfrutarlas.

Josep Esteve Rico Sogorb