Este es uno de los puntos que más me atraen cuando viajamos, tenemos siempre ideas preconcebidas de un país y al llegar al destino no todo es como pensábamos. Sobre este tema he tenido algunas experiencias. Cuando entre por primera vez en Serbia, antigua parte de Yugoslavia, pensaba que entraba en un país en el que la gente entraba en guerra por la más simple de las razones. Ni os podéis imaginar el terror que pase cuando cruce por primera vez esa frontera.
No todo en esta vida es como creíamos o temíamos, hay muy agradables sorpresas.
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